Sr. Wert, esas cuestas son descensos

Estos meses se viene escuchando hasta la saciedad la expresión “herencia recibida”. Pues bien, hay que mencionar que tal heredad no se circunscribe sólo a la materia económica que tan mal vienen gestionando nuestras autoridades, tampoco aciertan en materia política ni ética. Para encontrar el origen del desastre económico, político y social en el que nos encontramos tenemos que remontarnos por lo menos a mediados del siglo XIX, cuando se instituyó por primera vez en España un sistema global de educación. Este sistema vino de la mano de la llamada Ley Moyano y ya desde su origen excluía a la mujer de las aulas, como ahora se excluye a la Persona con Diversidad Funcional.

Mucho tiempo ha pasado desde entonces, y varias veces se ha modificado dicha norma para adecuarla al momento correspondiente. Un breve repaso nos lleva desde la Ley Moyano, aprobada en 1857 hasta la más reciente versión de la Ley Orgánica de Educación y sus reformas. No les aburriremos entrando a detallar las características de la educación en la segunda república, a partir de 1939, desde 1970, a partir de la LOGSE, o con la actual Ley Orgánica de Educación. La nueva propuesta sigue haciendo invisible a un sector muy importante de la población.
Nadie puede negar que cada una tiene sus virtudes y defectos. La mayoría de ellas ha intentado y logrado en algún aspecto aumentar el número del alumnado, aminorar el abandono escolar (lo que no se consigue cerrando puertas a los más desfavorecidos) y mejorar la calidad del servicio prestado (basada en la implicación de toda la comunidad educativa: administraciones, docentes, familiares, alumnos, vecinos).

El anteproyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) que aprobará el actual Gobierno, supone un retroceso sin parangón en cuestiones tan importantes como la equidad y forma parte integral y consciente de un ataque frontal dirigido contra los niños y jóvenes con diversidad funcional (discapacidad), prevaricando contra ellos.
No sólo les segrega todavía más de los centros ordinarios, también ignora el artículo 24 de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y la propia Constitución (artículo 27.2 al menos).

Al mismo tiempo, la futura ley desdeña los procedimientos a favor de los objetivos, algo totalmente insultante para la comunidad escolar entera empezando por los docentes, a quienes una vez más se ningunea. Si lo que ahora se desea es estudiar con la famosa Enciclopedia Álvarez, este es el camino adecuado.

Por otra parte, la LOMCE profundiza en leyes obsoletas y trasnochadas primando, desde un punto de vista pedagógico el aprendizaje memorístico, mostrando un desdén mayúsculo hacia el aprendizaje basado en proyectos, las inteligencias emocional, ejecutiva, interpersonal y otras más apropiadas a este nuestro siglo.

Por su ilegalidad y su indecencia social, le exigimos a este ministerio la inmediata retirada de este escrito. Por alejarse de los postulados que impulsa la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, el Foro de Vida Independiente y Divertad (FVID) rechaza absolutamente este texto y lo considera nefasto para las Personas con Diversidad Funcional.