Madrid, 11 de septiembre de 2010
Una vez más volvemos a Madrid para hacernos visibles ante los ojos y las mentes de otros.
No estamos aquí todos los que somos, pero somos el reflejo de todos los ausentes; de todas las personas ubicadas en los extremos de la exclusión social por la fuerza de una mentalidad segregadora que sigue presente en nuestra sociedad.
Una sociedad en la que las personas con diversidad funcional no cabemos como sujetos de derechos en igualdad de oportunidades con el resto de la ciudadanía. En muchas ocasiones somos tratados, contra nuestra voluntad, como objetos mercantiles (materia prima de residencias) o susceptibles de beneficencia.
Este papel marginal que se nos ofrece contrasta con nuestras necesidades y deseos que son comunes a los de cualquiera.
¡Queremos vivir dignamente! ¡Dignidad en la Diversidad! ¡DIVERTAD!
Quienes nos manifestamos gozosamente hoy no somos muy diferentes de usted, querido conciudadano. Somos hombres y mujeres con diversidad funcional porque solemos funcionar de manera distinta a la mayoría: en silla de ruedas, con un bastón y perro guía,… incluso se nos puede ver con ojos achinados, mirada ausente, o expresándonos en lengua de signos con nuestras manos…, pero no se engañe; somos mucho más de lo que se ve, como le ocurre a usted.
Somos PERSONAS que:
- Tenemos sentimientos, pensamientos y anhelos propios.
- Aspiramos a vivir nuestras vidas en base a nuestras propias decisiones.
- Nos gusta sentirnos respetados y respetadas.
- Nos gusta la libertad y queremos asumir nuestras responsabilidades.
- Nos gusta vivir en nuestro entorno próximo.
- Nos gusta viajar y/o tener la posibilidad de desplazarnos adonde queramos.
- Nos gusta estar en las aulas ordinarias en el colegio.
- Nos gusta trabajar en los mismos lugares que las demás personas.
- Nos gusta amar y ser amados, amadas, tener hijos, hijas y formar familias.
En definitiva, formamos parte de la diversidad humana y queremos ser iguales en derechos y deberes. Siguiendo el camino de otros colectivos que reclamaron la igualdad dentro de la diversidad, asumimos nuestra responsabilidad con relación al estado de cosas que hoy nos discrimina y por eso volvemos a estar hoy aquí.
- Exigimos que la sociedad nos garantice los apoyos necesarios para poder llevar una vida en igualdad de oportunidades.
- Exigimos la presencia de nuestros hijos e hijas en los centros ordinarios de educación, sin restricciones en los recursos que precisen, para educar en libertad y para que sus compañeros y compañeras sin diversidad funcional tengan el privilegio de formarse a su lado, también más libres, en diversidad.
- Exigimos que la ley nos preserve de la violencia en todas sus manifestaciones y, especialmente, la que sufrimos en centros de educación especial y residencias.
- Exigimos los servicios de asistencia personal para cuantos no deseen vivir institucionalizados (en casa o en residencias) y a cambio hacerlo en donde libremente decidamos.
- Exigimos un futuro con acceso al empleo ordinario y no segregado, obteniendo iguales salarios a iguales empleos.
- Exigimos el derecho a la libre circulación, sin restricciones de accesos y recursos, por todo el Estado, como cualquier ciudadano y ciudadana libre, sin que los impuestos que pagamos se vean empleados en restringir nuestra libertad.
- Exigimos que, en pleno siglo XXI, las diversidades física, mental, sensorial o intelectual, no sigan viéndose como un lastre para la sociedad.
- Exigimos políticas y medidas verdaderamente comprometidas. Hechos y no palabras. No queremos leyes sobre papel mojado.
- Exigimos acción contra la discriminación.
- Exigimos cañas y no peces, instrumentos para decidir y no servicios enlatados.
- Exigimos el estricto cumplimiento de la Convención Internacional de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que desde el 3 de mayo de 2008 forma parte del ordenamiento jurídico español.
- Exigimos dignidad y libertad, que las vidas de todos los seres humanos tengan el mismo valor, con igualdad de oportunidades y pleno respeto a los derechos humanos..