Nuestro compañero Patxi nos ha dejado

Ya, ya lo sabemos Patxi… tonterías las precisas. Despedidas, Flores metafóricas o no y demás zarandajas no sirven para nada, entonces para qué. Pero no te pongas así y escucha. Tú como otros compañeros has sido referencia para mucha gente y compañeros que no te conocieron más que por oídas hacen votos para que «tu figura no haya pasado en vano». Hay que explicar que este temor es infundado. Luego está la necesidad de desahogo; tú mismo vertiste lágrimas escritas cuando se fue Manolo. Así que no te pongas cabezón y permítenos unas palabras.

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Francisco Chico Martín, Patxi, se trajo de Berkeley, aparte la Licenciatura de Historia, una cultura de lucha por los derechos civiles de las personas con diversidad funcional. Una manera de entender las cosas que expresaba y transmitía a cada paso de su vida. Alto y Tetrapléjico, se estableció en Estepona donde vivió solo que no en soledad. Su generosidad que tantos amigos le reportó le llevó a impedir la circulación a automóviles que antes habían ocupado el vado por donde él tenía que cruzar, a enfrentarse a poderes especulativos sin ningunos escrúpulos o encerrarse con sus compañeros en la sede del Imserso y es que, lo dijo en alguna ocasión, él se valoraba por la lucha por sus derechos, que añadamos son los de todos.

Sus compañeros y amigos lo han dicho:

Es la persona más valiente qué he conocido

Creo escuela entre los viejos y viejas del FVI y «los barrigas agradecidas» siempre le estarán agradecidos por haber sido protagonistas de sus iras y agudísimas batallas dialécticas.

hay espacios que ya son invulnerables, en los que siempre podremos encontrarnos y compartir

Foro de Vida Independiente


Hay mensajes q son muy difíciles d escribir, esos en los q tienes q hablar d algo q t embota la mente y t llena d plomo y agua sucia el corazón. Las personas se mueren, cierto, todos vamos a morir algún día. Lo que encabrona es no vivir, tener la tétrica sensación d q quizás uno sea el siguiente y q la vida s te haya ido luchando por cosas en las q otros ni piensan, gastando tu tiempo y tu energía en despachos, comisiones, grupos d trabajo y todo ese espeso lodo burocráticoadministrativo por el q nos arrastramos clamando un poco d dignidad. Y se quedan tan anchos, y vamos cayendo uno tras otro, y los tiempos y los ritmos no son humanos ni tienen q ver con la vida ni mucho menos con sus dulzuras. Y la rabia crece, y se acumula, y uno se siente tentado d dimitir d este mundo, d dimitir como ser humano y -como dice mi hermano gallego- meterse en su tonel y olvidarse d todo y d uno mismo.

Lo q pasa es q luego t resuenan en la cabeza las risas y las palabras, los momentos compartidos….y uno ve cuánto ha aprendido…y s siente un calorcito humano q reconforta….y piensa uno en la inspiración, la inspiración brutal q ha supuesto conocer a personas como Patxi…y le das una patada al tonel y al invierno y a los miserables y a su puta madre….y hasta sonríes, porque sientes q hay espacios q ya son invulnerables, en los q siempre podremos encontrarnos y compartir con generosidad, con alegría, como aprendimos, como nos enseñaron….espacios como esa playa d Estepona (q está en Estepona y en otros muchos sitios) donde el invierno no se atreve ni a asomar el hocico…