Las mujeres con diversidad funcional defendemos la Vida Independiente

Las mujeres con diversidad funcional defendemos la Vida Independiente de todas las personas como la mejor opción para sentir la dignidad de nuestras vidas. Pensamos que la “perspectiva de género” debe estar presente en la realidad y desarrollo de la Filosofía de Vida Independiente. Esta Filosofía, y su práctica, es desde donde podemos presentarnos, las mujeres y hombres con diversidad funcional, tal y como somos.

Podemos mostrar nuestras propias identidades de género y nuestras distintas sexualidades. ¡Queremos ser mujeres de pleno derecho, activas e independientes! Que no se nos considere, como hasta ahora, como simples objetos de servicios sociales cuyas necesidades se limitan a comer, beber, estar limpias y descansar mirando la vida pasar por la ventana. Necesitamos potenciar al máximo nuestras posibilidades reales; nuestra forma específica de ser y de estar en este mundo.

Sí, así lo deseamos: queremos tener la posibilidad de emanciparnos, tener pareja, ser madres, disfrutar de nuestra sexualidad, adquirir responsabilidades personales y/o profesionales… En definitiva, queremos crearnos a nosotras mismas y desarrollar nuestras feminidades a través de nuestras identidades específicas: ciclos vitales distintos (niñez, adolescencia, juventud… mayores); otras realidades, etc. Todo ello es posible si existe para nosotras una “Vida Independiente”, la cual ya está probada y demostrada en diferentes países y culturas, así como en distintas comunidades autónomas en las que se han implantado proyectos sobre Vida Independiente.

La “Vida Independiente”, a través del control y autogestión de los servicios de atención que recibimos a través de nuestras/os Asistentes Personales, nos previene, en gran medida, de sufrir violencia, dándonos libertad de acción y elección. “Lo personal es político”, pero… también, “lo político es personal”, con lo cual, queremos formar parte activa del ámbito privado y del público, en los mismos términos que las demás ciudadanas y ciudadanos. No queremos ser las eternas cuidadoras “invisibles”. Como tampoco aceptamos que nadie nos imponga un modelo único de “cuidarse a una misma”. Queremos comprometernos públicamente con nuestros ideales; participar en el ámbito socio-político, cultural y económico de nuestro entorno.

Porque el feminismo de la diversidad funcional tiene que hacerse su espacio en los contextos feministas de nuestro tiempo para contribuir al enriquecimiento de la diversidad femenina humana. Para sentirnos mujeres LIBRES, teniendo una gran diversidad funcional, y para ser dueñas de nosotras mismas: nuestros cuerpos, nuestras mentes, nuestros sentidos, nuestras vidas…

Necesitamos romper con el silencio y la invisibilidad. En definitiva, queremos: ¡Nada sobre Nosotras sin Nosotras!