Democracia Real ¡Ya! – Una crónica parcial e individual (II)

Ayer viernes me volví a pasar por la Puerta del Sol, en Madrid, para apoyar de nuevo las acciones de Democracia Real ¡Ya!; esta vez me acompañaba mi amiga Carmen. Lo que más le ha sorprendido a ella han sido los voluntarios que recogen la basura y la cutre megafonía de la que no se entiende nada. Le he intentado explicar que la ausencia de pasta y poder de los movimientos ciudadanos tiene estas cosas.

El mensaje anterior, en el que narraba mi experiencia personal del miércoles y de la marcha del 15M tuvo un cierto éxito en la red y me lo publicaron en algunas webs, como la de Gomaespuma y tuvo alguna circulación por el Facebook; por eso me he animado a escribir éste.

Lo de Gomaespuma merece una mención aparte, ya que Guillermo Fesser ha entendido muy bien el concepto de diversidad funcional (discapacidad) y divertad (sí, con “d” y con “v”) que promocionamos desde el Foro de Vida Independiente y Divertad. Tanto es así que el 5 de junio presenta un libro orientado al público infantil, en el que el protagonista es un detective barato que tiene como ayudante a una niña en silla de ruedas; una niña que vive su realidad diferente como los del Foro: con la cabeza alta, disfrutando de la vida y aportando la riqueza de la diversidad a su entorno.

Esta vez me he encontrado con Alicia y Rebeca, ambas trabajan para la Comunidad de Madrid y una de ellas fue activista del sector hace tiempo. Por casualidad me he tropezado con David un candidato a la alcaldía de un partido minoritario y gente suya como Mario, con el que hemos hablado de un problema social, de los muchos que pasan desapercibidos en esta democracia surrealista. También me ha saludado un señor extranjero que trabaja en el CAMF de Leganés, uno de esos centros que vosotros llamáis Residencia, y nosotros Centro de Reclusión. Cuando vas en silla de ruedas hay más personas que se dirigen a ti contando su relación con este mundo; otro señor nos ha regalado una bolsita de ositos de gominola; cuando no iba en silla, no me pasaban estas cosas.

Por cierto, le he dicho a ese señor que diera recuerdos a uno de los reclusos: José Luis. José Luis y otros colegas del CAMF estuvieron en la primera marcha en 2007. Por supuesto, en su centro de reclusión no sólo no les ayudaron a ejercer su derecho ciudadano de manifestarse, sino que fueron represaliados sin cena y sin apoyo para acostarse. Sé que a José Luis le habría encantado estar allí, pero las políticas sociales de este país no están pensadas para poder ejercer derechos de ciudadanía en la diversidad funcional (discapacidad), sino para ser prisioneros del “demócrata” opresor. Claro que esta vulneración “democrática” de derechos nunca ha interesado a nadie y por eso somos una red social con tan poca repercusión. Cosas de ser ciudadano de segunda en una sociedad que se autodenomina libre y democrática.

En el tiempo transcurrido en la plaza y sus alrededores, me ha dado tiempo a observar que del miércoles al viernes han cambiado muchas cosas:

Las acciones han sido declaradas ilegales por la Junta Electoral Central a partir de las 12:00 de ayer – Al parecer la Junta ha decidido por poca mayoría que debe prevalecer el derecho a la reflexión sobre el de manifestación. No parece que su decisión haya afectado mucho a los acontecimientos. Ahora se ha pasado de estar de acampada, a reflexionar juntos en la calle pero con más gente.

Había MUCHÍSIMA más gente – Para entender esto bien hay que haberlo vivido. Yo lo mido en la dificultad de desplazarse por las masas en silla de ruedas. Ayer, en la calle Preciados me pilló el impresionante minuto de silencio; segundos antes resonaba allí con fuerza el grito de la multitud. Después intentamos avanzar para acercarnos a Sol. Como no se podía pasar, lo volvimos a intentar por la calle Montera, donde nos encontramos una avalancha de gente que salía de Sol en dirección contraria. Tuve que pararme y Carmen dedicarse a apartar a la gente que salía para que no me atropellara esa marea humana; estuvimos así más de 10 minutos. Pensábamos que la plaza se habría quedado vacía. Craso error. Para poder atravesarla dedicamos casi media hora en la que chupamos rueda de un valenciano muy alto que abría paso con su bici; al final nos tuvimos que desviar y salir como pudimos, y el valenciano transitar con la bici por encima de su cabeza.

De radicales antisistema se ha pasado a pacíficos ciudadanos – Parece mentira lo que ha costado que la gente creyera lo que todos llevábamos como convicción vital el día 15: esto es una movilización que parte de la ausencia de violencia. La prueba es la ausencia absoluta de policía en todos los accesos (manteniendo sólo la protección del edificio de la Comunidad de Madrid). Por otro lado el ambiente que se vive allí no se puede describir. Lo más aproximado sería unas fiestas del pueblo sin música o un botellón con muy pocas botellas.

Se ha puesto de moda – Durante mi presencia allí vi un par de caras televisivas reconocibles, lo que me hace pensar que el día de mañana todo el que se sienta progresista en este país va a enarbolar con orgullo el hecho de haber pisado la Puerta del Sol o las diferentes localidades… Curiosamente, hasta donde yo sé, no había nadie reconocible al principio… Por mi experiencia con la historia de Internet, dentro de 15 años todo el mundo dirá que estaba allí desde el principio. Y este hecho me parece muy positivo, porque por primera vez percibo que el progreso no lleva el color de un partido político. Creo que puede ser el principio de la superación del anquilosado binomio izquierda-derecha.

Lo que no ha cambiado es la bulocracia (bulos estructurales malintencionados y sin fundamento) sobre la mano negra que maneja los hilos. Me lo contaba Carlos, el taxista que me trajo de vuelta. Se ha quedado impresionado cuando le dije “Yo afirmo que no hay nadie detrás. Si no lo creyera, no habría ido ninguna de las veces”. Le expliqué que el Foro ha pasado una historia muy parecida durante mis diez años de activista; a otra escala, claro. Que la superación del concepto de derechas e izquierdas en un grupo pequeño como el nuestro tardó años en ser creíble para todos, y que en ese tiempo yo he sido personalmente tildado por los nuestros de submarino del PP y, en poco tiempo, pasar a ser “acusado” de tener el carnet del PSOE. La ausencia de filiación a un partido político de algunos que hacemos política social genera desconfianza e incredulidad. Todos tendemos a juzgar y desconfiar, en lugar de aprovechar e impulsar lo positivo y confiar en el ser humano.

Bueno, estos mensajes me salen demasiado largos y se me quedan muchas cosas en el tintero, muchas opiniones y análisis sobre los aciertos y errores de este “incomprensible” movimiento ciudadano-internauta que yo entiendo y apoyo de manera natural y entusiasta; curiosamente me considero parte de él, sin conocer a nadie de los que organizan, ni de su plataforma, ni de participar en sus asambleas. Yo lo denominaría participación por aglutinación positiva; la llama de la utopía no debería apagarse, aunque todo el mundo siga viendo en ella la mano del infierno. Claro, que cada vez estoy más convencido de que el infierno somos nosotros.

Mañana sabremos quién va a gobernar nuestros ayuntamientos y comunidades, pero hoy ya sabemos quién ha ganado de moralmente las elecciones: Democracia real ¡ya!; la ciudadanía.

Salud y Divertad,
Javier Romañach

Madrid, 20 de mayo de 2011.