Hola
Son las 12 y estamos frente al Ayuntamiento de Valencia dispuestos a marchar para reafirmar el compromiso de lucha por lo que no se ve, por el respeto de los derechos humanos.
Hemos venido aquí desde muchos rincones de la comunidad y desde otras dimensiones, porque con nosotros están los espíritus de los compañeros que participaron en marchas anteriores y murieron con el convencimiento de que mientras no se cumplieran nuestros derechos humanos, en octubre estarían aquí. Ellos encabezan la marcha.
Hace 11 años el foro empezó a latir en internet, 6 años después el foro se hizo carne al protagonizar un encierro, que acabó en secuestro, en la sede del IMSERSO. Allí había valencianas y valencianos.
El pasado 20 de septiembre, 4 activistas del foro que no pueden acercarse la cuchara a la boca, ni limpiarse el culo, reclamaron a los principales responsables de la UE que no se financie el genocidio de los europeos que precisamos asistencia personal. Allí había un valenciano.
En el 2006 se decía que la LEPAP era el cuarto pilar del estado del bienestar y se admitía el repago para ese pilar, ahora el copago se ha contagiado a los otros pilares y España clama.
Se habla de “sacrificios” y no estamos dispuestos a ser las victimas en la ofrenda al dios de turno. Si se pide que rescaten a la nave en la que todos vamos embarcados, no estamos dispuestos a aceptar que se nos tire por la borda para aligerar peso mientras llegan los rescatadores.
Marchamos porque las leyes no quieren que los prisioneros mueran en la cárcel, pero obliga a que los “enfermos incurables” mueran en residencias.
Marchamos porque elegimos vivir independientes, en nuestro hogar, con nuestras parejas, familiares y amigos, en nuestro pueblo o ciudad.
Marchamos porque exigimos inclusión educativa, en la que nuestros niños compartan aula con los niños de su edad y entorno, como en Italia, donde no hay centros especiales y todos van a la escuela ordinaria.
Marchamos porque no aceptamos negociar el pasar el culo del colchón a la silla de ruedas, ni llevar pañal para que no se tenga que ponernos a mear en todo el día, ni cambiar la compresa.
Marchamos porque queremos que los fondos concedidos por UE a los países que los precisen sean condicionados a que, primeramente, se atienda a las necesidades de las personas que precisan asistencia personal, para desarrollar las actividades que les permitan vivir contando con los apoyos y recursos necesarios para vivir incluidos dentro de sus comunidades; y evitando la institucionalización y el apartamiento, y con un nivel de dignidad que no haga avergonzarse en un futuro a los europeos, como ocurrió en la etapa del nazismo, donde todo el mundo miraba para otro lado.
Marchamos porque las personas con diversidad funcional en Europa cerramos filas contra la desvalorización de nuestra humanidad y de nuestras vidas.
Marchamos porque las reformas económicas y los programas de asistencia financiera han de servir para favorecer los derechos de los ciudadanos más vulnerables, o nos situaremos dando la espalda a uno de los valores fundamentales de Europa, porque la estructura de poder debe respetar los derechos humanos o será espuria.
Marchamos porque el abandono social al que están siendo sometidos los 48 de la Consellera de los mártires, inocentes y desamparados, pone a nuestra comunidad en la primera línea de violaciones de derechos fundamentales delante de toda la comunidad internacional, incluido el Comité de la ONU sobre la convención de los derechos de las personas con discapacidad, y no estamos dispuestos a consentirlo con nuestro silencio. Nosotros defendemos el honor de la comunidad valenciana.
Marchamos porque tenemos derecho, porque el 9 de octubre de 1978 partía cabeza de la manifestación por el estatuto de autonomía desde Marques de Sotelo, y justo detrás lo hacían 4 personas con discapacidades severas, al grito de “el coixo fotut també vol l’estatut”. Llegaron 2 horas antes de la salida para reclamar el autogobierno que, desde la cercanía de la realidad del pueblo valenciano, defendiera los principios de solidaridad y respeto por los derechos de las personas que, discriminadas por su diversidad, han mantenido los más insignes valencianos.
Por todo ello,
Porque mientras la cabeza rija o el corazón lata, todos somos válidos, todos somos pueblo.
Marchamos, rodamos o nos arrastramos Por dignidad, por la nuestra.
Gritemos todos juntos.
DERECHOS HUMANOS, YA