Una valoración implica una reunión con un trabajador social para acordar cuáles son tus necesidades. Por lo tanto, es importante que tengas claro qué apoyo crees que necesitas, cuánto y cuándo lo necesitas.
Antes de la valoración es una buena idea que registres en un diario, durante algunas semanas, todas aquellas ocasiones en las que has necesitado apoyo o asistencia. Para cada ocasión, escribe también el tipo de asistencia o apoyo que hubiera sido necesario, y cuanto tiempo habría sido necesario si alguien te lo hubiera proporcionado. Es importante que te acuerdes de incluir, tanto las cosas que haces diariamente, como aquellas que haces de manera irregular. También incluye que es lo que te gustaría ser capaz de hacer si tuvieras la ayuda necesaria. Tu propia valoración podría parecerse al documento de la página 6.
Tu trabajador social podría darte un impreso antes de la valoración para averiguar en qué crees que necesitas apoyo o asistencia. Si no fuera el caso, se te preguntará en una reunión. Hacer tu propio diario, de manera que puedas acudir a él, puede ayudarte a asegurar que no se te olvida nada y que tus necesidades se definen de una manera satisfactoria.
La valoración debería cubrir seis áreas principales, teniendo en cuenta toda tu vida (no sólo partes de ella) y qué necesitas para vivir independientemente.