por Javier Romañach Cabrero
jromanac@diversocracia.org
Miembro del FVID.
Si tan contentos estamos de ser como somos, ¿queremos que haya más gente con diversidad funcional?
Tardé bastantes meses en darme cuenta de que era una pregunta completamente inútil. Es decir, una pregunta trampa. ¿Queremos que salga el sol por las mañanas? Qué más da si queremos o no. Simplemente pasa. Lo mismo ocurre con la diversidad funcional. Queramos o no, la diversidad funcional existe, es una realidad incontestable de la que da fe toda nuestra historia.
Con el tiempo nos dimos cuenta de que no sólo existíamos las personas discriminadas por nuestra diversidad funcional, sino que la diversidad funcional es inherente al ser humano y que nuestra funcionalidad varía en función de nuestro crecimiento, el incontestable paso del tiempo. Por lo tanto, es inevitable.